La represión migratoria promovida por el gobierno de Donald Trump está impactando fuertemente el mercado laboral estadounidense, dejando a miles de personas sin trabajo. Mientras tanto, economistas advierten sobre un posible estancamiento en la creación de empleos y un freno al crecimiento económico en los próximos años.
Los inmigrantes en Estados Unidos normalmente se dedican a realizar trabajos manuales — limpiando casas, recogiendo tomates, pintando cercas — labores que la mayoría de los estadounidenses nativos no realiza, y además, por menos dinero. Pero también aportan habilidades técnicas y un espíritu emprendedor que han ayudado a convertir a Estados Unidos en la superpotencia económica mundial.
“Los inmigrantes son buenos para la economía”, afirmó Lee Branstetter, economista de la Universidad Carnegie Mellon. “Debido a la alta inmigración que tuvimos en los últimos cinco años, el aumento inflacionario no fue tan grave como muchos esperaban”.
El aumento de trabajadores que ocupan más puestos y gastan más dinero también ha contribuido a impulsar el crecimiento económico y a crear más vacantes. Sin embargo, los economistas temen que las deportaciones impulsadas por Trump y las limitaciones a la inmigración legal provoquen el efecto contrario.
En un informe de julio, los investigadores Wendy Edelberg y Tara Watson, de la centrista Brookings Institution, y Stan Veuger, del American Enterprise Institute, calcularon que la pérdida de trabajadores extranjeros podría hacer que el crecimiento mensual del empleo “sea cercano a cero o incluso negativo en los próximos años”.
La contratación ya se ha desacelerado significativamente, con un promedio de apenas 29,000 empleos creados al mes entre junio y agosto. En contraste, durante el auge de la contratación tras la pandemia, los empleadores generaron la impresionante cifra de 400,000 empleos mensuales.
Como consecuencia, la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, en inglés) rebajó su pronóstico de crecimiento económico para Estados Unidos, ubicándolo en un 1.4% este año, frente al 1.9% previsto anteriormente, y proyectando un 2.5% para 2024. Entre las causas citan las políticas migratorias y comerciales de la administración Trump.
### “Necesitamos a esta gente para atender la migración”
Goodwin Living, una organización sin fines de lucro que ofrece viviendas para personas mayores, atención médica y cuidados paliativos, tuvo que despedir a cuatro empleados haitianos después de que el gobierno federal les cancelara sus permisos de trabajo.
Los haitianos tenían autorización para trabajar bajo un programa de libertad condicional humanitaria y habían obtenido ascensos. Su gerente, Liebreich, expresó su preocupación de que otros 60 trabajadores inmigrantes puedan perder su derecho legal temporal a vivir y trabajar en Estados Unidos.
“Necesitamos a toda esta gente”, dijo. Goodwin Living cuenta con una plantilla de 1,500 empleados, el 60% de ellos extranjeros. Debido a esta conformación, ha tenido dificultades para encontrar enfermeras, terapeutas y personal de mantenimiento, y acusa al gobierno de complicar las cosas.
### La polémica operación del ICE
La operación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés), cuyo objetivo es revertir lo que considera una “invasión” en la frontera sur y asegurar empleos para los trabajadores nacidos en Estados Unidos, fue vista con escepticismo debido al alto costo económico y social que implicaría deportar a un millón de personas al año.
Pero la llamada ‘Big Beautiful Bill’ hizo posibles sus planes, destinando 150,000 millones de dólares para aplicar las leyes de inmigración. De esta suma, 46,500 millones de dólares se usarán para contratar a 10,000 agentes más, y 45,000 millones para aumentar la capacidad de los centros de detención de inmigrantes.
Con estos recursos, los agentes de ICE han mostrado gran voluntad para actuar rápidamente y romper con ciertos protocolos, incluso cuando sus operaciones entran en conflicto con otros objetivos de la administración.
El mes pasado, agentes del ICE irrumpieron violentamente en una planta de baterías de la armadora coreana Hyundai, en Georgia, detuvieron a 300 trabajadores migrantes coreanos y difundieron un video donde algunos aparecen encadenados.
Ante este hecho, el presidente surcoreano, Lee Jae Myung, advirtió que otras empresas coreanas podrían mostrarse reacias a invertir en Estados Unidos si sus trabajadores no reciben visas rápidas y están en riesgo de ser deportados.
### Los preocupantes efectos contra el sector agrícola
Los agricultores estadounidenses, tradicionalmente parte del sector más fiel a las políticas de Trump, también están resintiendo los bajos precios de los cultivos, los altos costos de producción y las consecuencias de la guerra comercial con China.
John Boyd Jr., productor que cultiva 1,300 acres de soja, trigo y maíz en el sur de Virginia, expresó que las redadas de inmigración y la amenaza constante de estas afectando a los agricultores propietarios.
“Tienen al ICE aquí, acorralando a esta gente”, dijo Boyd, fundador de la Asociación Nacional de Agricultores Negros. “(Trump) dice que son asesinos, ladrones y narcotraficantes, pero son personas que están en este país realizando trabajos duros que muchos estadounidenses no quieren hacer”.
Por ello, Boyd cuestionó la sugerencia de la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, de que los beneficiarios de Medicaid nacidos en Estados Unidos pudieran ir al campo para cumplir con los requisitos laborales impuestos por el Congreso republicano.
“La gente de la ciudad no va a volver al campo para hacer este tipo de trabajo. Se necesita un tipo especial de persona para agacharse bajo un calor de 38 grados”, afirmó.
Incluso el propio gobierno de Trump ha tenido que admitir que la ofensiva migratoria ya provocó escasez de mano de obra en el campo, lo que podría traducirse en precios más altos para los consumidores.
“El cese casi total del flujo de inmigrantes ilegales, combinado con la falta de una fuerza laboral legal disponible”, declaró el Departamento de Trabajo el 2 de octubre en el Registro Federal, “resulta en interrupciones significativas en los costos de producción y amenaza la estabilidad de la producción doméstica de alimentos y los precios para los consumidores estadounidenses”.
### “No eres bienvenido”
Jed Kolko, del Instituto Peterson de Economía Internacional, afirmó que el empleo se está desacelerando en las empresas que dependen de los migrantes. Por ejemplo, las empresas de construcción han eliminado 10,000 puestos de trabajo desde mayo.
“Esos son los efectos a corto plazo”, dijo Kolko, quien trabajó en el Departamento de Comercio durante la administración Biden. “Los efectos a largo plazo son más graves porque los inmigrantes tradicionalmente han contribuido más de lo que les corresponde en patentes, innovación y productividad”.
Además, el mes pasado Trump anunció un preocupante aumento en el costo de las visas H-1B, que se otorgan a trabajadores extranjeros calificados difíciles de encontrar.
El costo pasó de una asequible tarifa de 215 dólares a 100,000 dólares para garantizar que los beneficiarios de esta visa sean realmente esenciales.
“Una tarifa de visa de 100,000 dólares no es solo un costo burocrático, es una señal”, dijo Dany Bahar, investigador principal del Centro para el Desarrollo Global. “Le dice al talento global: ‘No eres bienvenido aquí’”.
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